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Escapada a marrakech; Un viaje exótico de fin de semana

Un fin de semana, un puente o unas mini-vacaciones en Marrakech son alternativas posibles. Una ciudad que asombrará incluso al viajero más experimentado.

escapada a marrakech

Una escapada a marrakech perfecta

La ciudad de Marrakech es una de esos lugares escogidos, de los que se dice que es imprescindible visitar alguna vez en la vida. Sea un viajero experto o un turista ocasional, la ciudad roja de Marruecos sorprenderá al visitante por su ambiente fascinante y cautivador.

El extraordinario exotismo de esta ciudad marroquí, contrasta con su relativa cercanía a la península ibérica e integración en las rutas turísticas. Es posible hacer una escapada a Marrakech con vuelos low-cost, mediante un paquete turístico con Trivago o incluso de forma independiente.

¿Qué hacer en Marrakech? o ¿qué visitar en Marrakech?, son dos preguntas marcadas únicamente por el tiempo de que disponga el viajero.

Una escapada a Marrakech

Marrakech enamora y de ello el viajero se da cuenta en los primeros instantes que pasas allí. Así, este artículo no va destinado a describir los principales monumentos o museos cual guía de viaje, sino que versará sobre los pequeños detalles de un viaje en el que todos los sentidos cobran importancia. Pero… ¿Qué ver en Marrakeck en un fin de semana?

En caso de que el turista sólo disponga de un fin de semana para asomarse a esta ciudad, hay que conocer y disfrutar de la célebre Plaza de Djemmá el Fná. Es obligatorio si te escapas unos días a Marrakech.

Viaje rápido a Marrakech
viaje rápido a Marrakech visitar plaza de Djemmá el Fná

Esta increíble plaza, supera las expectativas de cualquier persona. Aunque se trate de un viajero experimentado y conocedor de lugares exóticos quedará fascinado. De día, esta impresionante explanada es una amalgama de puestos callejeros, vendedores de zumos, encantadores de serpientes, gentes con monos amaestrados, músicos ambulantes, acróbatas y todo tipo de servicios para los ciudadanos de Marrakech y alrededores.

bazar en marrakechDesde esta plaza, se puede acceder fácilmente al bazar de Marrakech y callejear. Dejarse perder entre las callejuelas de la Medina de Marrakech es como emprender un viaje a la Edad Media. Carros tirados por asnos llenos de frutas y hortalizas, bicicletas, motos y gentes se entrecruzan en unas calles angostas llenas de colorido e impregnadas de olores a especias.

Al caer la noche, y regresar de nuevo a la Plaza de Djemmá el Fná, la gran explanada se habrá convertido en un espectáculo que permanecerá en la retina del viajero durante toda la vida. Inmensas columnas de humo blanco, surgen de multitud de merenderos que se han instalado en la plaza al atardecer.

Es posible cenar tajil, cuscús, caracoles o pescado con el sonido de fondo de los músicos callejeros y el vocerío de la multitud. Contadores de cuentos, hechiceros y representaciones de teatro ambulantes se mezclan en la plaza con los merenderos en una explosión de colorido, olores y sensaciones increíbles.

Si el viajero dispone de un día o dos más, podrá visitar los monumentos más célebres de esta bellísima ciudad. Sin dejar de disfrutar de la increíble Plaza Djemma el Fná, podrás adentrarte con más calma en el bazar, callejear por los barrios bajo el canto de la llamada a la oración de las mezquitas y perderse por los zocos.

mezquita de Koutobia marrakech

En una escapada en Marrakech es obligatorio admirar la Mezquita de Koutobia y su célebre minarete gemelo de la Giralda de Sevilla, visitar las tumbas saadies y el increíble barrio judío, salpicado de infinidad de colores y el olor de las especias apiladas en las puertas de las tiendas. Si aún le queda algo de tiempo, podrá admirar las murallas rojas de la Medina de Marrakech, el Palacio Badii y el Palacio de la Bahia.

Con poco más de tiempo, el viajero toma confianza y disfruta regateando en infinidad de puestos y tiendas de la ciudad. Puede gozar de la gastronomía, saboreando un cuscús, un tajil o una tapa de caracoles en cualquier restaurante o puesto ambulante.

palmeral de Marrakecht

Le será posible tomar un delicioso té en una plaza o callejuela de la Medina e incluso disfrutar de un baño en un Hammam. Visitar los bellísimos jardines de Menara, Majorelle o maravillarse del paraje único del Palmeral de Marrakecht paseando en uno de los carromatos que parten de la Plaza de Djammá el Fna.

La situación privilegiada de Marrakech, hacen posible la visita de algunos lugares sorprendentes que rodean la ciudad imperial si tenemos un poco más de tiempo. La oferta de turismo es apabullante, Una visita a Ouarzazate, a las cascadas de Ouzoud, al valle de Ourika, o llegar hasta las puertas del desierto, penetrar en él e incluso dormir en una jaima.

Mención especial merece la preciosa e impactante ciudad costera de Essaouira, la antigua Mogador, a unas dos horas en coche. En esta preciosa ciudad amurallada, confluyen la cultura africana, con la portuguesa y la francesa en un contexto de una belleza difícil de describir.

Viajar poco tiempo a Marrakech es un destino perfecto, que por su situación y peculiaridad, permite disfrutar tanto de un fin de semana, como de una escapada o unas mini-vacaciones en un viaje lleno de exotismo. Un destino sorprendente para quien busca unas vacaciones diferentes.

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